El director general del New York Times, Mark Thomson, ha descrito en el festival Cannes Lion un panorama muy poco edificante para la publicidad digital, por culpa de los intermediarios. Thompson indicó que por culpa de intermediarios que rozan lo fraudulento, la publicidad digital «es un chiste terrible». «El mundo de la publicidad digital
es un chiste terrible. El primer post de Mark Zuckerberg sobre falsas noticias, iba compañado en Facebook, al lado, por un anuncio de noticias falsas. La publicidad digital parece una broma. Está fuera de control. Hay todo tipo de espeluznantes intermediarios, fronterizos con lo fraudulento, un matorral de empresas extrañas», que están degradando la publicidad. «No se podía pensar en un entorno más peligroso para una marca». Por si había quedado alguna duda sobre su posición, Thompson agregó: «Es un completo despropósito».
A preguntas de Brian Morrissey, de Digiday, sobre si la culpa la tenía la tecnología publicitaria, el CEO del NTY indicó que el gran problema es que el mundo de los medios digitales está demasiado basado en la compra de audiencia. «El ecosistema que se ha creado es muy extraño. Se basa en la idea de que el contenido no importa«.
Ataques del New York Post a Facebook
En el encuentro también intervinieron directivos del New York Post. Tanto Thompson como Jesse Angelo, CEO y editor del New York Post, aprovecharon la oportunidad para criticar a Facebook. Angelo señaló que Facebook estaba diciendo a los anunciantes que menos del 1 por ciento de sus anuncios aparecen al lado de los vídeos jihadistas. «¿Menos del 1 por ciento? ¿En serio?, uno es demasiado.»
«Felicidades, Facebook, te has convertido en la compañía de medios más grande del mundo», dijo. «Ahora tienes que actuar como un medio de comunicación.»
Reorientar el mercado hacia la calidad y no la cantidad
Los directivos del New York Post, no obstante, mostraron cierto optimismo y consideran que, como indicaba hace poco el director de marketing de P & G, Marc Pritchard, la industria periodística se está acercando a un punto de inflexión. Las marcas, cansadas de que se mezcle su imagen con noticias falsas o videos terroristas o violentos, regresarán a entornos más seguros en los que prime la veracidad; esto es, los medios de comunicación tradicionales (periódicos, radio, etc). «Va a haber un reequilibrio hacia entornos contextuales de calidad y lejos de esta batalla por conseguir audiencia a toda costa».