IGNACIO LOSADA. Las redes sociales han revolucionado la forma de hacer periodismo. Han alterado la vida útil de una noticia y han permitido que se desarrollen y completen de una forma mucho más transversal y universal. Sin embargo, todavía muchas redacciones no han hecho de estas su mejor aliado para la elaboración y difusión de contenidos. Es cierto que se comparten informaciones, pero de momento no existe una preocupación real por generar comunidad, según detalla American Press Institute.
Si bien es cierto que las redacciones llevan 10 años trabajando en las redes sociales -ya fuese de una forma más pasiva al inicio o una manera más activa ahora-, resulta evidente que los medios de comunicación han de dar un paso más en su desarrollo social y han de empezar a respetar las normas que rigen el comportamiento y el fin de los medios sociales: Generar comunidad. De esta forma, además de conseguir ‘clics’ y tráfico en sus publicaciones, lograrán un mayor engagement y notoriedad, indica el informe.
Para alcanzar este objetivo, los medios de comunicación deben cambiar su papel ante las plataformas sociales. Han de estar más activos en las redes sociales, no solo han de compartir noticias y esperar a que se incrementen los ‘clics’. Han de escuchar lo que se dice de ellos y de la realidad; han de filtrar el ruido; han de observar anomalías y buscar la noticia, puesto que es posible que, con en esas pequeñas cosas, se pudiesen sacar predicciones muy interesantes, como que Donald Trump alcanzaría la Presidencia.
Observar otros sectores
En medio de este reto digital, lo mejor que puede hacer un medio de comunicación es aprender de la experiencia social de otras empresas de diferentes sectores, apunta American Press Institute. Si las cabeceras se están preocupando, únicamente, de dar salida a sus contenidos y conseguir incrementar el tráfico interno de la página web a través de las redes sociales, no pueden ser un buen ejemplo para empezar este nuevo trabajo plataformas sociales que tienen mucho más potencial y presentan una gran disposición a la fidelidad.
Por este motivo, las empresas periodísticas han de fijarse en cómo se comportan en las redes sociales las compañías de otros sectores; en cómo transmiten sus mensajes; en cómo actúan con el cliente; o en cómo hacen frente a los usuarios que solo buscan la confrontación y desprestigiar el nombre de la firma, entre otras cuestiones. Y han de hacerlo porque, aunque sus productos son distintos, son estas corporaciones las que más están innovando en la experiencia de compra en el mercado.
En efecto, el periodista también es un vendedor. No es que se dedique a maquillar las bondades de una realidad en busca de un beneficio económico, pero sí que es cierto que tiene que hacer atractivo su contenido periodístico, y la forma, guste más o menos, está empezando a primar sobre el fondo. En este punto, por tanto, entra en juego la audacia e inteligencia del profesional de la información, que ha de hacer interesante lo que es importante para que llegue al máximo número de personas, también en redes sociales.
Combatir las ‘fake news’ en redes sociales
En esta búsqueda de engagement y notoriedad, los medios de comunicación han de fijarse el objetivo de dedicar equipos en redes sociales que dediquen sus esfuerzos a esclarecer acontecimientos cuando lo que prima en ese momento es una noticia falsa o un contenido que está incompleto. Si bien las plataformas sociales son las principales herramientas que se utilizan para la difusión de estos contenidos desinformadores, también pueden ser utilizadas como remedio a este hecho.
De esta forma, además de mantener a una sociedad digital informada, los medios de comunicación alcanzarán más fuerza y gancho entre los usuarios de redes sociales. De hecho, una de las funciones del nuevo periodismo es, justamente, ese: El ‘fact checking’, o la verificación de hechos. El periodista, además de corroborar la veracidad de los hechos que se acontecen ha de señalar si son ciertos o si, por el contrario, están sustentados en falsedades o en sucesos descontextualizados.
En España, esta concepción tan completa todavía no está muy desarrollada. Sin embargo, sí que se tiene claro que los medios sociales son herramientas muy útiles para la labor periodística, aunque se recuerda que no pueden sustituir el trabajo de las redacciones. “Las redes sociales son muy importantes para el periodista, pero no son periodismo”, ha remarcado la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González.